El gobierno de Mauricio Macri ordenó a las empresas exportadoras la liquidación de sus ingresos de divisas en el mercado local y limitó la compra de dólares a las personas físicas, entre otras medidas de control cambiario para recuperar la estabilidad en medio de las turbulencias en Argentina.
Las medidas, publicadas este domingo en el Boletín Oficial, tendrán vigencia hasta el 31 de diciembre y se ponen en marcha tras una semana de incertidumbre con fuerte depreciación de la moneda argentina.
Las directivas «establecen parámetros en el mercado de cambios que tienen como objetivo mantener las estabilidad cambiaria y proteger a los ahorristas», señaló un comunicado del Banco Central.
El Fondo Monetario Internacional «analiza los detalles de las medidas», dijo luego un vocero de la entidad en Washington. Agregó que el Fondo «permanecerá en estrecho contacto con las autoridades y seguirá al lado de la Argentina durante estos tiempos desafiantes».
El decreto de Macri establece que los exportadores de bienes y servicios deberán liquidar los dólares como máximo 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque. Para los egresos, no hay restricciones de divisas del comercio exterior.
En tanto, las personas físicas podrán comprar hasta 10.000 dólares por mes y no podrán realizar transferencias al exterior superiores a ese monto.
«Se mantiene la plena libertad para extraer dólares de las cuentas bancarias, no afecta el normal funcionamiento del comercio exterior ni introduce restricción alguna a los viajes», aclaró el Banco Central para ahuyentar el fantasma del «corralito» que bloqueó depósitos en 2001 desatando la peor crisis argentina dela historia.
«Transitorias y urgentes»
El decreto sostiene que se toman medidas «transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios y fortalecer el normal funcionamiento de la economía».
«Hemos aplicado controles o restricciones al movimiento de dólares y pesos, es una medida incómoda para nosotros, que Argentina ya tuvo y estamos empantandos en un círculo vicioso. Son necesarias para evitar males mayores», afirmó la noche del domingo el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, en una entrevista en América TV.
Según Lacunza, se toman «medidas severas pero preferimos quedarnos largos que cortos».
Se busca asegurar dos objetivos: evitar que «se escape el dólar» y resguardar recursos para los depositantes.
En recesión desde el año pasado y con una inflación de 25% en la primera mitad del año y de 55% anualizada desde julio de 2018, el desempleo alcanzó 10,1% y la pobreza se situó en 32%, aunque seguramente este índice aumentará, admitió Lacunza.
El gobierno del liberal Macri, cuyo primer mandato termina el 10 de diciembre, impone finalmente medidas de control cambiario, las que resistía y había dejado sin efecto al asumir en 2015 cuando estaba vigente el «cepo», que restringía la compra de divisas para los argentinos.
A comienzos de noviembre de 2017, Macri también había eliminado la obligación de liquidar en el mercado de cambios las divisas provenientes de exportaciones de bienes, servicios y materias primas, vigente desde hacía 50 años.
Sin feriados
Macri viene de recibir un fuerte revés electoral en las primarias del 11 de agosto, en las que el peronista de centro-izquierda Alberto Fernández se erigió como el gran favorito para las presidenciales del 27 de octubre, echando virtualmente por tierra las pretensiones reeleccionistas del presidente.
El gobierno no decretó feriado bancario ni cambiario para el lunes. En cambio, amplió de cinco a siete horas el horario de atención al público de las entidades hasta fin de mes para «atender completamente las necesidades de sus clientes», dijo el Banco Central.
La semana pasada, el peso se depreció 7,05% y cerró el viernes en 61,55 pesos por dólar, pese a las cotidianas intervenciones del Banco Central por más de 300 millones de dólares diarios sin lograr detener la caída de la moneda.
Para Lacunza, el dólar a 61 pesos es «exageradamente alto» como tipo de cambio y las medidas tienden a estabilizarlo en ese precio hasta el traspaso presidencial el 10 de diciembre.
En la semana, las reservas internacionales cayeron 4.169 millones de dólares, desde los 58.267 millones del 23 de agosto.
El miércoles pasado, Argentina pidió al Fondo Monetario Internacional un aplazamiento de los vencimientos del préstamo por unos 57.100 millones de dólares que le otorgó el año pasado cuando una corrida cambiaria detonó una crisis económica en el país sudamericano.
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