El gobierno de Chile «respalda y protege» las «manifestaciones pacíficas» pues «son parte de la democracia», dijo el presidente Sebastián Piñera en Montevideo, en su primera salida al exterior desde que estalló en octubre la crisis social en su país.
«Todas las manifestaciones pacíficas son parte de la democracia y por tanto el gobierno no solamente las aprueba: las respalda y las protege», dijo Piñera a un grupo de periodistas en la capital uruguaya, a donde arribó para participar de la ceremonia de asunción presidencial de Luis Lacalle Pou.
«Pero hay que distinguir claramente: sí a las manifestaciones pacíficas porque son parte del derecho de todos los ciudadanos, no a la violencia criminal que es la que está destruyendo vidas, sueños, empleos, destruyendo la capacidad de las pymes de ponerse de pie. Terminemos con la violencia en Chile», agregó.
El mandatario habló con la prensa en la puerta del hotel Radisson luego de mantener encuentros bilaterales con el presidente de Colombia, Iván Duque, y con el rey de España, Felipe VI.
Piñera había dejado de lado su agenda internacional desde el 18 de octubre, día en que empezaron en Chile manifestaciones motivadas por demandas sociales que el presidente trató de abordar con reformas en materia de salud y pensiones.
Las medidas no han logrado aplacar las protestas ni los disturbios, en los que hubo saqueos, incendios en el comercio y enfrentamientos con la Policía, dejando un saldo de 31 muertos.
Frente a nuevas movilizaciones convocadas para marzo, el primer punto de la agenda del gobierno será «restablecer en plenitud el orden público» y «combatir la violencia con toda la decisión del mundo», dijo Piñera.
Agregó además que impulsará «con mucha fuerza la agenda social». «Eso significa mejorar las pensiones de la clase media y de las mujeres, hacer la gran reforma de la salud, apoyar el proyecto que llevará a mejorar los ingresos a 700.000 trabajadores chilenos. Esa es la agenda social que necesitamos que el Congreso apruebe para que sus beneficios lleguen a los chilenos, a la clase media y a los más necesitados».
También dijo esperar que los legisladores aprueben que las Fuerzas Armadas protejan la «infraestructura crítica». «Para que no incendien nuestros hospitales, nuestras plantas de agua potable, nuestras centrales de electricidad», enumeró.
Piñera es, junto con Duque y los mandatarios de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Paraguay, Mario Abdó Benítez, uno de los cuatro presidentes latinoamericanos que llegaron a Uruguay para la investidura del centroderechista Lacalle Pou, quien este domingo pone fin a un ciclo de 15 años de gobiernos de izquierda.
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