miércoles, 1 de noviembre de 2017

Cómo trabajar con alguien que no escucha

Trabajar con personas que no escuchan es un desafío. El impacto de esta condición en la productividad puede ser grave ya que si entre usted y sus compañeros no existe una comunicación fluida se afecta el ambiente de trabajo y las probabilidades de que haya malentendidos (y errores) aumentan.

Los problemas potenciales, explica a la revista HBR la presidenta de la Universidad Adelphi (EE. UU.) y coach de liderazgo, Christine Riordan, no se limitan a “malentendidos y resentimientos”. Un colega que no escucha también puede “tener consecuencias muy negativas desde el punto de vista operativo: a menudo hay muchos errores porque los proyectos no se ejecutan correctamente”.

Estas son algunas de las recomendaciones a tomar en cuenta si se encuentra en esta situación:

Considere los estilos de trabajo

Riordan aconseja “preguntar al compañero” cómo prefiere recibir la información. “Dígale: ‘¿Deberíamos tener una conversación o te gustaría verlo por escrito?'”. Intente ser un compañero de conversación “flexible” y comprensivo, agrega Nawaz. “Es necesario emplear el tiempo de su compañero de manera eficiente”, apunta la formadora de ejecutivos.

Reflexione sobre su propio comportamiento

“Los malos ejemplos a no imitar son tan tan instructivos como los buenos”, añade la experta. Como parte de esta búsqueda personal, es inteligente reflexionar sobre cómo enfocar las conversaciones de trabajo y qué hacer para mejorarlas. La CEO internacional y formadora de ejecutivos Sabina Nawaz  aconseja tomar el tiempo necesario para “obtener algunos datos sobre su propio estilo de comunicación” para que así pueda modelar y convertirse en el ejemplo de la actitud que usted mismo desea ver en otras personas.

Demuestre empatía al escuchar

Una manera de animar a sus colegas a escuchar mejor es practicar la “escucha empática”, defiende Riordan. Trate de entender el punto de vista de la otra persona. Nawaz recomienda tomar notas mientras su colega habla  y “cuando haya una pausa natural en la conversación, valide los puntos principales de su compañero a la vez que introduce sus propias ideas en el diálogo”.

Resalte la importancia de su mensaje

También puede ser útil enfatizar la importancia de su mensaje por adelantado. Antes de iniciar una conversación, Riordan sugiere decir algo como: “Tengo algo realmente importante de lo que hablarte; necesito tu ayuda”. Esto envía una señal a sus colegas de que deben bajarse del tren y abrir bien los oídos. “Esto debería hacer que se dieran cuenta de que deben prestar más atención”, explica. La experta también recomienda repetir el punto que quiere destacar “múltiples veces y de múltiples maneras”. Sea abierto e inequívoco sobre lo que comunica. “Diga: ‘Quiero hacer hincapié en esto porque quiero asegurarme de que se entienda'”. Después continúe con: “¿Tiene sentido?”. De esa manera, puede “asegurarse de que se ha captado su mensaje”.

Cree responsabilidad

Según Nawaz, también es importante lograr que su colega “rinda cuentas” de lo que escucha. Por ejemplo, cuando hable con un jefe distraído, sugiere que haga a su gerente “saber que está pendiente de algo” y que necesita un “entregable” al final de la conversación.

Muestre preocupación

Poner de relieve la mala conducta de un colega suele ser muy difícil e incluso tenso. Pero se puede conseguir si se hace desde un “punto de empatía” y compasión, explica Nawaz. “Podría decir algo como: ‘Parece que tienes un montón de cosas sobre la mesa que tienes que atender. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte de modo que cuando hablemos puedas estar totalmente atento?”‘. Su oferta tiene que ser sincera, por supuesto. Si no, puede interpretarse como un golpe pasivo-agresivo. Ojo: sea tolerante con las distracciones de la oficina. Si el teléfono de su colega sigue zumbando o parpadeando y usted nota que sus ojos se mueven en esa dirección, deje de hablar y diga: “¿Necesitas contestar?”. Tal vez la respuesta sea “No, lo apagaré”; tal vez sea “Sí, estoy esperando una llamada importante. ¿Podemos hablar luego?”.

Aborde el problema directamente

Si el culpable es un colega cercano o un jefe con el que tiene una buena relación, considere abordar el tema directamente diciéndole que no escucha lo que la gente tiene que decir. Asegúrese de “citar un ejemplo en el que su colega no escuchó y que tuvo consecuencias negativas para el equipo”, apunta Riordan.

Proponga un contrato social

Otra opción, si el problema persiste, es instaurar un “contrato social” que señale parámetros sobre “cómo interactúan entre sí los miembros del equipo”, añade Riordan. Al plantearlo como una directriz para todo el equipo, ya no se señala a una sola persona, sino que se cierra un acuerdo como grupo.

 



Fuente: http://ift.tt/2z59e5g

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