miércoles, 1 de agosto de 2018

La ONU busca un nuevo Alto Comisionado para los DDHH

Tras el mandato de Zeid Ra’ad Al Husein, conocido por sus duras críticas a varios líderes mundiales, la ONU podría buscar ahora una figura de consenso para ocupar el cargo de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Al Husein no dudó en calificar de racista al primer ministro húngaro Viktor Orban, sugirió que el presidente filipino Rodrigo Duterte necesitaba un “examen psiquiátrico” y acusó al presidente estadounidense Donald Trump de llevar a la humanidad al abismo.

“Me parece que he irritado a todos los gobiernos durante estos cuatro años”, explicó recientemente Zeid, un exembajador y miembro de la familia real de Jordania, en una entrevista a la BBC.

En su último discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en junio, Al Husein reconoció que “había sido duro” para su familia y que su cargo ha afectado su relación con el gobierno de su país.

A medida que se acerca la fecha límite para reemplazar a Zeid, Nils Melzer, uno de los candidatos al puesto pide que su sustituto cambie de tono.

“El próximo alto comisionado tiene que entender que defender los derechos humanos no consiste en atacar a los gobiernos”, escribe Melzer, actual relator especial de la ONU para la tortura, en una carta en la que explica su intención de competir por el puesto.

El próximo alto comisario debería asumir el cargo a principios de septiembre, pero si no es nombrado para entonces, la adjunta de Zeid ocupara el cargo.

“El próximo alto comisionado debe tener la capacidad de construir consenso, respetando las diferencias, decir la verdad sin condenar”, agrega Melzer, de nacionalidad suiza.

Preguntado por la AFP, Melzer reconoce que no está entre los favoritos pero considera necesario un debate sobre el papel de un alto comisionado, un puesto creado hace menos de 25 años. “El alto comisionado no puede ser un activista”, asegura.

Varios países, como China o Venezuela, han criticado reiteradamente la voluntad de Zeid de lanzar investigaciones del Consejo de Derechos Humanos en países en crisis o con conflictos, y apuestan en cambio por la “cooperación técnica” con la ONU.

– Estrategia –
Edward Mortimer, exdirector de comunicaciones de la ONU, asegura en un artículo publicado por la Asociación de Naciones Unidas del Reino Unido (UNA-UK, que sigue el proceso de selección), que ser alto comisionado “no es un camino de rosas”.

Algunos creen que el método de Zeid de denunciar individualmente a los responsables de abusos graves es la única estrategia viable.

“De esto es de lo que se trata”, dice a la AFP Louis Charbonneau, el director de la sección sobre la ONU en la organización Human Rights Watch. “No se trata de andar de puntillas”, agrega.

A veces, explicó Zeid a la BBC, las críticas llegan desde dentro de la ONU, donde algunos le consideran demasiado “moralizador” e incluso le pedían que adoptara “otro vocabulario” para denunciar los abusos.

La irlandesa Mary Robinson, que ejerció el cargo entre 1997 y 2002, dijo a UNA-UK que “si uno se vuelve muy popular haciendo este trabajo es que no está haciendo un buen trabajo”.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, todavía no ha anunciado su decisión, pese a que la salida de Zeid es oficial desde diciembre de 2017. La elección debe ser aprobada por la Asamblea General de la ONU.

Algunos activistas temen que Guterres nombre a una personalidad de consenso después de que Donald Trump redujera la contribución de Estados Unidos a la ONU y tras las críticas de Rusia y China a la institución.

Entre los nombre que suenan está el de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, o el de la exdirectora general de la Unesco, la búlgara Irina Bokova.



Fuente: https://ift.tt/2v875VB

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