El ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, aseguró que el petro como criptomoneda no se ha podido utilizar y que el dinero de la preventa no ha ingresado al país.
“Nadie ha podido hacer uso del petro (…) ni se ha recibido el recurso”, dijo el funcionario en una breve declaración a la agencia de noticias Reuters.
Durante un período de cuatro meses, Reuters habló con una docena de expertos en criptomonedas y valoración de campos petroleros, viajó al sitio de las reservas de crudo citadas por el gobierno y revisó los registros de transacciones digitales para conocer más sobre la criptomoneda.
La búsqueda arrojó muy poca evidencia de un próspero comercio del petro. La moneda no se vende en ningún lugar importante de intercambio de criptomonedas. No se conocen tiendas que lo acepten.
Los pocos compradores que Reuters pudo localizar fueron aquellos que publicaron sus experiencias en foros de criptomonedas en línea. Ninguno quiso identificarse. Uno se quejó de haber sido “estafado”. Otro dijo a Reuters que había recibido sus petros sin problemas; culpó a las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y a la “terrible cobertura de prensa” por dañar el debut de la criptomoneda venezolana.
Altos funcionarios del gobierno han dado declaraciones contradictorias. Maduro afirma que las ventas de petros ya han recaudado 3.300 millones de dólares y que la moneda se está utilizando para pagar las importaciones.
Incluso la Superintendencia de Criptoactivos, la agencia gubernamental que supervisa el petro, es un misterio. Reuters visitó recientemente el Ministerio de Finanzas, donde se supone que se encuentra la Superintendencia, pero una recepcionista le informó que “todavía no tiene presencia física aquí”.
El sitio web de la Superintendencia no está funcionando. Su presidente, Joselit Ramírez, no respondió a los mensajes en sus cuentas personales de redes sociales. El Ministerio de Industria y Producción Nacional, que supervisa la agencia, no atendió llamadas y e Ministerio de Información no respondió correos solicitando comentarios.
Maduro añadió mayor confusión al anunciar este mes que los sueldos, las pensiones y el tipo de cambio de la diezmada moneda de Venezuela, el bolívar, ahora se vincularían al petro. Ese movimiento generó desconcierto en las calles de Venezuela y entre los economistas y los expertos en criptomonedas, que dicen que es inviable anclar la moneda al petro.
“No hay forma de vincular precios o tipos de cambio a un ‘token’ que no se comercializa, precisamente porque no hay forma de saber a cuánto se vende realmente”, dijo a Reuters Alejandro Machado, un venezolano ingeniero en computación y asesor de cadenas de bloques que ha seguido de cerca al petro.
El caos refleja la desesperación y la desorganización que parece estar atrapando al gobierno de Maduro mientras Venezuela se desmorona.
El gobierno fijó el valor del petro al precio de un barril de petróleo venezolano -actualmente alrededor de 66 dólares- y prometió respaldarlo con las reservas de crudo ubicadas en un área de 380 kilómetros cuadrados alrededor de Atapirire. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, prohibió en marzo a los estadounidenses comprar o usar el petro.
No obstante, los registros digitales asociados con el “token” no brindan suficiente información para determinar cuánto fue realmente recaudado, según los expertos, que se muestran escépticos sobre las afirmaciones de Maduro de que el petro ya trajo miles de millones en divisas al país.
Según aseguran, los registros digitales asociados con la oferta inicial de monedas, o ICO, no brindan información suficiente para determinar cuánto se ha recaudado realmente, si es que ha habido ingresos.
“Esto ciertamente no se parece a un ICO típico, dado el bajo nivel de actividad de las transacciones”, dijo a Reuters Tom Robinson, director de datos y cofundador de Elliptic, una compañía de datos de cadena de bloques con sede en Londres. “No hemos encontrado evidencia de que a alguien se le haya emitido un petro, ni de que se negocie activamente”, dijo.
En marzo, una cuenta NEM que afirmaba ser operada por el gobierno venezolano emitió 82,4 millones de “tokens” como parte de un ICO asociado con una moneda digital descrita como el petro. Aquellos parecían corresponder a un conjunto de monedas “preliminares” descritas en el libro blanco que los compradores podrían cambiar luego por petros cuando se complete el ICO.
Alrededor de 2.300 de esos “tokens” fueron transferidos a 200 cuentas anónimas en pequeñas cantidades a principios de mayo, según muestran los registros de NEM. Ese lapso es consistente con los comentarios publicados por los participantes en el foro Bitcointalk que dijeron que estaban comprando petros.
Si se vendieran al precio establecido por Maduro basado en los precios del petróleo en ese momento, la venta de esos “tokens” habría recaudado alrededor de 150.000 dólares, según cálculos de Reuters.
En abril, otra cuenta NEM anónima emitió un conjunto diferente de “tokens” que describió como parte de una fase separada del petro dirigida a los principales inversores. Esa cuenta transfirió en junio alrededor de 13 millones de tokens a una docena de cuentas anónimas, según los registros de NEM.
Esta venta habría recaudado alrededor de 850 millones de dólares a precios oficiales. Pero no hay forma de verificar que esas fueron ventas, y ningún inversionista grande ha admitido haber tomado una posición en el petro.
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