Smurfit Kappa aseguró que no se hace responsable por el uso que haga el gobierno venezolano de las instalaciones de su empresa, tras la ocupación temporal de su planta ubicada en el estado Carabobo.
“A partir del 28 de agosto de 2018, Smurfit Kappa no es responsable del uso de sus instalaciones, maquinaria y equipo, la seguridad de sus empleados, de las comunidades aledañas, ningún impacto ambiental o la calidad del papel y el embalaje fabricados en las operaciones”, dijo la empresa en una nota de prensa.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a la transnacional inglesa de especular con el precio de sus productos y decretó su ocupación por 90 días. La compañía aseguró que esos argumentos carecen de fundamento y afirman que tras esa decisión se le ha hecho “imposible manejar sus asuntos” de una manera que cumpla con sus “estándares comerciales normales”.
Smurfit Kappa ha estado en Venezuela desde hace casi 80 años y cuenta con una nómina de casi 1.600 empleados directos
La empresa aseguró que hace “todos los esfuerzos posibles” para la liberación de dos de sus gerentes detenidos desde la semana pasada.
“El claro deseo de Smurfit Kappa ha sido, y es, continuar operando un negocio viable, sustentable y ambientalmente responsable en Venezuela que ofrezca un empleo seguro. En caso de que la acción anunciada continúe, Smurfit Kappa Group está totalmente comprometido con la protección de sus intereses”, concluyen.
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