El bitcoin cotiza hoy a más de un millón de yenes en Japón (unos 8.100 euros/9.600 dólares), su máximo histórico, que alcanzó este domingo y mantiene durante la jornada actual, en medio de su auge como activo de inversión en Estados Unidos y forma de pago en China, Japón y Corea del Sur.
El precio de esta moneda electrónica llegó hoy a los 1.080.000 yenes (8.181 euros/9.573 dólares), según recogió la página de inversiones Coincheck, lo que supone diez veces más de lo que cotizaba en enero.
Según los analistas, este aumento en el precio del bitcoin se debe al reciente anuncio de la compañía estadounidense de finanzas CME de incluir contratos de futuros de esta moneda para el mes de diciembre, con la expectativa de que este mercado se expanda.
El interés de los inversores en esta moneda electrónica también se ha incrementado por el aumento de las compras en torno a las vacaciones de Acción de Gracias en Estados Unidos y el “Black Friday”, como anticipación a las compras navideñas.
Además, esta criptodivisa también se ha convertido en un medio popular de pago en China, Corea del Sur y Japón, este último ya acepta pagos en bitcoin en grandes establecimientos de electrónica como Bic Camera, en “hoteles cápsula”, restaurantes, bares, peluquerías o en la aerolínea nipona de bajo coste Peach.
Además, cada vez son más los japoneses que recurren al bitcoin para depositar sus ahorros y como alternativa a un fondo de pensiones, ante el ínfimo rendimiento que ofrecen otros activos de inversión o por desconfianza del esquema público, circunstancias que también se dan en Corea del Sur.
A pesar de esto, los analistas también advierten a los inversores de un posible efecto burbuja, ya que este fuerte incremento en la cotización de la moneda no es un reflejo de su precio real, por lo que existe un riesgo de una fuerte caída.
Esta moneda virtual opera en un marco de alegalidad y al margen del sistema financiero convencional y se ha visto afectada en varias ocasiones por ciberataques globales con “ransomware”, en los que los “secuestradores virtuales” reclamaban pagos en bitcóin para liberar ordenadores afectados.
No obstante, estos ataques, que aprovechan el anonimato de las criptodivisas, apenas han afectado a su cotización, aunque sí han despertado el interés de los gobiernos internacionales para su regularización.
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