2019 termina con una recesión histórica. La dolarización informal fue, sin duda, el fenómeno económico más relevante del año, a tal punto que actualmente entre 40% y 50% de las operaciones del comercio se realiza en divisas estadounidenses. La inflación sigue siendo el gran enemigo del desarrollo económico y la pobreza se mantiene como la degeneración más onerosa para la estabilidad del país.
Así comienza la Nota del Editor del Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados de esta semana.
Sin embargo, en un plano más estratégico 2019 nos deja lecciones que es útil, ahora que ha llegado el tiempo de los balances, tener en cuenta para enfrentar el 2020.
La primera es la capacidad de resiliencia asertiva del sector privado venezolano. En una economía que hoy es 60% más pequeña que hace seis años, 90% de la provisión de alimentos y otros bienes es generada por la empresa privada, y el emprendimiento informal que está surgiendo aspira igualmente a la formalidad, en un entorno adecuado que todavía sigue siendo una aspiración.
La capacidad de invertir, de hacer negocios, no siempre exenta de polémica, ha sobrevivido al ataque del hiperestatismo del proyecto político gobernante y ha demostrado una capacidad de adaptación y resistencia que será arma fundamental para enfrentar un futuro que seguirá siendo complejo. Al no haberse rendido, la voluntad de hacer empresa en Venezuela, de crear, invertir y producir, aún en medio de las condiciones más adversas, el sector privado demuestra una fuerza difícil de vencer.
Aspiramos que el gobierno nacional, especialmente sus decisores económicos, cambien de actitud y estrategias y entiendan que retroceder a esquemas de controles, que siguen vigentes, sería un nefasto error, una señal trágica de incomprensión de la realidad que solo conduciría a más pobreza y precariedad.
– Análisis Estratégico –
2019-2020: la crisis sigue de largo
Venezuela cierra el año 2019 con un cuadro económico demostrativo del peor escenario que país alguno en el mundo occidental haya podido alcanzar a lo largo de los últimos 100 años, incluyendo entre ellos países que en tan largo período experimentaron los efectos destructores de sus economías provenientes de episodios de guerra o de fenómenos naturales.
La situación de Venezuela hoy se puede calificar como un fenómeno de hiperestanflación (caída descomunal del Producto Interno Bruto con hiperinflación) en un contexto de economía muy cerrada que se evidencia en la ya prolongada crisis de balanza de pagos que paralelamente también sigue experimentando el país.
Además el último Informe Privado de 2919 ofrece una sección de Datos con las cifras que más resaltan del comportamiento de la banca en el mes de noviembre, de acuerdo con el más reciente Informe Bancario de Aristimuño Herrera & Asociados.
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